Amigas das Árbores convoca una asamblea vecinal para frenar la tala de árboles en el Jardín del Posío

La asociación Amigas das Árbores convoca este viernes una asamblea vecinal abierta para informar sobre las acciones realizadas hasta ahora y debatir posibles medidas para detener lo que califican como “la destrucción del patrimonio verde de la ciudad”.
El encuentro tendrá lugar a las 20:30 horas frente al IES Otero Pedrayo, en el entorno del Jardín del Posío, epicentro de la polémica por la tala de árboles derivada de unas obras presupuestadas en 2,6 millones de euros que está llevando a cabo el Concello de Ourense. Según denuncian los organizadores, ya han sido eliminados alrededor de 25 ejemplares, algunos de ellos centenarios.
EL Concello, por su parte, se defiende de las acusaciones alegando que la tala de estos árboles, emblema de este pulmón verde de la ciudad, se lleva a cabo “bien por ser improcedentes o bien porque se encuentran en mal estado”. Así, dicen, en el caso de los chopos “no tienen ninguna función en lo que debería ser un gran Jardín del Posío, que no es una Alameda (con álamos o, con frecuencia, chopos), ni un parque”.
Excusan su actuación alegando que generan “problemas alérgicos” y que los chopos “eran un peligro para los magnolios”, y cualifican su plantación de “aberrante”, ya que dicen, su plantación se hizo hace décadas “a menos de 3 metros, en lugar de los 15 recomendados”. Según el alcalde, la tala se debe “a un bien mayor” y asegura que replantarán otros árboles en dicho espacio.
Desde la asociación, sin embargo, advierten que Ourense incumple las recomendaciones internacionales sobre cobertura verde urbana. “La OMS y la Unión Europea recomiendan al menos un árbol por cada tres habitantes y entre 10 y 15 metros cuadrados de espacio verde por persona”, señalan. “Sin embargo, en Ourense hay un árbol por cada 21 habitantes y solo 5,7 metros cuadrados de verde por vecino”, añaden, citando datos del propio Concello.
Amigas das Árbores hace un llamamiento a la ciudadanía para proteger el “patrimonio vivo” de la ciudad y aseguran que “otro Ourense es posible, y necesario”.