BNG alerta del riesgo para la salud pública de la planta de biogás proyectada en Xunqueira de Ambía

La diputada del Bloque Nacionalista Galego, Sonia Vidal, denunció en el Parlamento la falta de normativa específica para regular el uso del digestato, un residuo derivado de la planta de biometano proyectada en Xunqueira de Ambía, que tratará 166.000 toneladas de residuos contaminantes al año.
Vidal subrayó que "hay un vacío legal escandaloso: no existe normativa gallega, estatal ni europea que regule el uso del digestato", y criticó que el Plan de Residuos de Galicia (PRIGA) "no establece una distancia mínima obligatoria respecto a las viviendas", lo que permite que la planta se sitúe "a solo 100 metros de las casas". Para la diputada, esto "no es planificación, no es protección de la salud pública".
El proyecto generó una gran movilización, con cerca de 2.000 alegaciones presentadas y una moción unánime de la Diputación de Ourense —incluyendo el apoyo del PP— que solicita la paralización de la planta, la ampliación de los plazos para presentar alegaciones y la creación de una normativa concreta.
Respecto a la postura del alcalde de Xunqueira de Ambía, Vidal le acusó de emitir "bandos despectivos, intimidatorios y llenos de falsedades" para "tapar con ruido lo evidente", vinculando esta actitud a supuestos "intereses empresariales relacionados con el transporte urbano de Ourense".
Sobre la reapertura del plazo para alegaciones, el BNG la calificó como resultado de la presión social e institucional, y exigió que las 2.000 alegaciones ya presentadas sean tenidas en cuenta.
La diputada concluyó haciendo un llamamiento a la responsabilidad: "Gobernar no es proteger a los suyos, señora conselleira. Es proteger a la gente. Lo que está en juego es la credibilidad de la Xunta como garante del interés público en el medio rural".