Controlados la práctica totalidad de los incendios de Ourense y extinguido el de A Fonsagrada
La lucha contra los incendios en Galicia continúa avanzando y en las últimas horas a situación mejoró de forma notable, después de que la Consellería de Medio Rural de ese por controlados tres grandes focos en la provincia de Ourense. Entre ellos se encuentra el de Larouco, considerado el mayor fuego registrado en la historia de la comunidad, con alrededor de 30.000 hectáreas calcinadas y que afectó también a Quiroga, donde ardieron cerca de 9.000.
Segundo la última información facilitada por la Xunta, en la actualidad siguen activos dos incendios forestales: el de Avión, en la parroquia de Nieva, que comenzó el pasado domingo y afecta ya unas 250 hectáreas; y el de A Pobra do Brollón, en Lugo, iniciado el lunes a mediodía, que llegó a obligar a la activación de la situación 2 de emergencia, ya desactivada, y que suma unas 900 hectáreas quemadas. Este fuego afectó principalmente a Quiroga de nuevo y también saltó a Ribas de Sil, sin que ardiese más que una hectárea.
El resto de focos permanecen estabilizados o controlados. La principal novedad se produce en Ourense, con la progresiva consolidación del control del incendio de Larouco. Asimismo, quedaron controlados los fuegos de Chandrexa de Queixa, en Requeixo y Parafita —mientras que el de Vilariño de Conso continúa estabilizado—, con 19.000 hectáreas afectadas, y el de Carballeda de Avia-Beade, con 4.000 hectáreas.
En la misma provincia dieron también por controlados los incendios da Mezquita (10.000 hectáreas), Oímbra-Xinzo de Limia (17.000 hectáreas), Vilardevós-Vilar de Cervos (900 hectáreas), Montederramo (120 hectáreas) y Maceda (3.500 hectáreas), mientras que continúa estabilizado lo de Carballeda de Valdeorras-Casaio, con una superficie arrasada de 5.000 hectáreas.
En la provincia de Lugo, además del fuego activo de A Pobra do Brollón, ya se consiguió extinguir el incendio de A Fonsagrada, en la parroquia de San Pedro de Río, que afectó a 53,47 hectáreas. En los trabajos de extinción participaron dos técnicos, 17 agentes, 30 brigadas, 28 motobombas, dos palas, tres helicópteros y cuatro aviones.