Descubriendo el patrimonio: la Colegiata de Santa María la Real de Xunqueira de Ambía
La Colegiata de Santa María la Real de Xunqueira de Ambía es una de las más destacadas muestras del arte románico del rural gallego. Su construcción data de la segunda mitad del siglo XII, aunque a lo largo del tiempo ha experimentado diversas modificaciones que incorporan elementos góticos y renacentistas.
La Colegiata fue declarada Monumento Nacional el 3 de julio de 1931, en reconocimiento a su valor histórico y arquitectónico y, hoy en día, está consolidada como uno de los grandes referentes culturales del arte románico de la provincia.
Aunque la fecha inscrita en el dintel de la Puerta Grande data de 1164, esta fecha tendría que ver con su consagración, no con su construcción, que sería finalizada posteriormente. Según los expertos, el proceso de construcción del tempo se desarrolló en dos etapas diferenciadas: la primera incluyó las portadas, la cabecera y las partes bajas, mientras que la segunda se centró en las partes altas, ya con influencias góticas. Es por eso que su arquitectura cuenta con influencias de varios estilos, aunque predomina el románico.
ESTRUCTURA
El templo presenta una planta de cruz latina con tres naves separadas por arcos apuntados y un crucero que culmina en tres ábsides semicirculares en la cabecera. Las naves están cubiertas por techos de madera sostenidos por arcos transversales apuntados que se apoyan en medias columnas adosadas a pilares cuadrados, y cuenta con un falso triforio sobre columnas gemelas. Su fachada refleja la estructura de las tres naves mediante dos contrafuertes y combina elementos románicos y góticos.
INTERIOR DEL TEMPLO
Quizá lo más destacado en el interior de este templo es su órgano ibérico de catorce registros, construido en 1758, considerado una joya de la organería gallega.
Además, en las naves destacan varios retablos, incluido el mayor, una obra renacentista de las primeras décadas del siglo XVI, realizada por el Maestro Xoán, Gaspar Salado y Pedro Bello, con influencias flamencas. Su coro, de madera de nogal y estilo plateresco (1530-1540), posee una rica iconografía, mientras que en su interior también se ecuentra la tumba del Caballero Álvaro Sotelo, datada en 1508, que es el único sepulcro que se conserva en la iglesia.
ORÍGENES
Según la tradición, el origen del conjunto monumental de Xunqueira de Ambía se remonta al siglo IV, cuando, según la tradición, se halló una imagen de la Virgen en la laguna de Juncaria. Sobre ese lugar se erigió una capilla que fue el punto de partida para la fundación de un monasterio familiar en el año 955 por Gonzalo Froila e Ilduara. Este monasterio se consolidó como un priorato agustino en 1150 bajo el patronato de Alfonso VII, marcando el inicio de su crecimiento en tierras y privilegios.
En el siglo XVI, los priores Alonso de Piña y Martín de Córdoba impulsaron reformas significativas, que incluyeron la reconstrucción de la iglesia, la construcción del claustro, un hospital y el retablo renacentista, así como la instalación del coro y el órgano. Durante esta etapa, el priorato adquirió gran relevancia económica y cultural, gracias a las donaciones y rentas generadas.
A finales del siglo XVI, el priorato enfrentó conflictos legales con Felipe II, quien asumió el control del patronato y envió a Martín de Córdoba como prior. Este reorganizó las propiedades y fortaleció las finanzas del priorato. Sin embargo, en el siglo XVII, el priorato fue anexado a la diócesis de Valladolid, generando tensiones con el obispado de Ourense.
La decadencia llegó en el siglo XIX con la abolición de los señoríos en 1811 y las desamortizaciones de Mendizábal, que eliminaron el priorato como institución. La iglesia se convirtió en parroquia en 1853, y el conjunto sufrió un período de abandono. En el siglo XX, la Casa Episcopal albergó primero a los Hermanos de las Escuelas Cristianas y luego a la Orden Mercedaria hasta 2003. Hoy en día, solo la iglesia y las casas parroquiales permanecen como bienes eclesiásticos.