El BNG de Ourense advierte de que las Bases de Ejecución del Presupuesto 2025 “rozarían la ilegalidad”

Este lunes, 7 de julio, finaliza el plazo para presentar enmiendas al proyecto de presupuestos para 2025 aprobado en Comisión de Pleno y que el Gobierno de Jácome prevé aprobar a mediados de este mes. Coincidiendo con esta fecha, el grupo municipal del BNG en el Concello compareció ante los medios para exponer su postura y explicar los motivos de su oposición.
El portavoz nacionalista, Luís Seara, recordó que su grupo lleva tiempo reclamando al Gobierno local un proyecto de presupuestos: “Dijimos que estábamos dispuestos a sentarnos a hablar para buscar un consenso que beneficiase al interés general. De esa demanda, el Gobierno solo cumplió la primera parte: trasladarnos un borrador de presupuesto, eso sí, después de entregárselo al PP mucho antes”, explicó.
“Dijimos que no era de nuestro agrado, pero aun así volvimos a tender la mano a Jácome para dialogar y elaborar un documento adaptado a la realidad y dirigido a la mayoría social”, insistió Seara. Sin embargo, advirtió que, “una vez más, recibimos silencio por respuesta y, salvo el PP, los grupos de la oposición fuimos meros invitados de piedra, hasta el punto de que el alcalde dijo públicamente que con el BNG no tenía nada que negociar”.
Ante esta situación, el BNG barajó tres opciones: “No presentar enmiendas y debatir el documento tal como se nos presenta; presentar enmiendas para mover dentro del escaso margen que permite este presupuesto dinero de unas partidas a otras; o presentar una enmienda a la totalidad proponiendo nuestra alternativa. El reglamento no es muy claro, pero no dice que no se pueda hacer”, señaló.
Seara subrayó que “el presupuesto es mucho más que ingresos y gastos. La clave, y lo que casi siempre se pasa por alto, está en las Bases de Ejecución, que son las normas y procedimientos que determinan cómo se gestionará y ejecutará el presupuesto. Y ahí está el problema”.
Según el BNG, de aprobarse este presupuesto con esas bases, “estaríamos dando a Jácome la llave para hacer y deshacer a su antojo, sin apenas control ni fiscalización de los técnicos encargados y dejando a la oposición como simple espectadora. Convertiríamos una administración pública, que gestiona millones de euros de dinero público, en un juguete en sus manos. El Concello sería cada vez más ‘Jolper’ y menos Concello”.
Por eso, los nacionalistas entienden que “no tiene sentido discutir si se quita 10 de un sitio para poner en otro, mientras se consolida un modelo en el que el alcalde tenga libertad total para disponer del dinero del Concello, cercenando hasta límites que rozan la ilegalidad el control y la fiscalización que deben ejercer la Intervención Municipal, la Oficina de Gestión Económica y Presupuestaria y, por supuesto, la oposición”.
El portavoz explicó que dentro de las bases “se modifican los procedimientos para las modificaciones de crédito, que será el modelo que usará Jácome para los grandes proyectos y grandes inversiones, ya que el presupuesto no contempla apenas inversiones. Las bases permitirán cambiar el destino de una inversión aprobada en Pleno sin necesidad de que este vuelva a pronunciarse, convirtiendo el clientelismo político en norma con rango de ley”.
Como ejemplo, señaló que “si en noviembre el Gobierno local lleva una modificación de crédito de un millón de euros para reformar la Alameda del barrio de A Ponte, y se aprueba, como no hay tiempo para ejecutarla en lo que queda de 2025, el dinero pasa automáticamente a 2026. ¿Qué pasa entonces? Pues que con estas bases, el alcalde ya no tendrá obligación de respetar ese acuerdo plenario y podrá gastar ese dinero en otra cosa distinta”.
Entre otros ejemplos, el BNG denunció que “de aprobarse estas bases, los concejales delegados podrán certificar las obras sin necesidad de que lo hagan los técnicos municipales. Se amplían de forma desmesurada las bolsas de vinculación, lo que permitirá a Jácome mover más dinero a su antojo; y ya no será necesario pedir presupuestos previos ni aprobar RCs antes de contratar”.
“Para nosotros”, insistió Seara, “lo grave de este presupuesto no es cuánto se gasta en Medio Ambiente, Servicios Sociales o Infraestructuras, porque al final se gastará lo que decida el alcalde. El ejemplo es el presupuesto de 2020: programas dotados que no se ejecutan y ese dinero se desvía a otros gastos”.
“Lo preocupante es que estas bases consolidarían un modelo de gestión altamente peligroso para la estabilidad del Concello”, concluyó. Por eso, el BNG avisa de que “no lo vamos a permitir”, argumentando que “se impondría un modelo que daría libertad prácticamente total al alcalde para disponer del dinero municipal, limitando el control de técnicos y oposición y alterando procedimientos administrativos con mecanismos de dudosa legalidad para reducir plazos e incluso saltarse decisiones aprobadas por el propio Pleno”.