El pasado 18 de julio, el Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Ourense, Francisco Lorenzo, uno de los colaboradores más cercanos de Jácome desde su llegada a la alcaldía, sufrió un aparatoso accidente de tráfico en una calle del barrio de A Ponte. Como consecuencia del accidente, dañó parte del mobiliario urbano y puso en riesgo, tal como señala la Policía Local en su informe, tanto su propia vida como la de las demás personas que circulaban por la zona en ese momento. Además, se dio a la fuga antes de la llegada de los agentes al lugar.
Para el BNG, lo ocurrido es lo suficientemente grave como para que "Lorenzo hubiera presentado su dimisión ese mismo día, algo que evidentemente no hizo, lo que demuestra la catadura moral de esta persona". Sin embargo, para el portavoz municipal, Luís Seara, "sorprende que el Alcalde no solo no lo cesara de inmediato, sino que, junto con el Concejal de Seguridad, hicieron todo lo posible durante todos estos meses para obstaculizar e impedir que se conociera lo sucedido".
Seara denuncia que desde el Grupo Municipal del BNG "se solicitó en reiteradas ocasiones acceso a los diferentes expedientes abiertos, recibiendo continuas excusas para no facilitarlos". Finalmente, tras mucha insistencia, el BNG ha tenido acceso a la resolución del expediente, que concluye con dos sanciones administrativas. Una de 200 euros por no colaborar con los agentes de la Policía Local actuantes y no facilitar su identidad, y otra de 500 euros más 6 puntos de retirada del carnet, por conducción temeraria. Esta última sanción solo tuvo efectos económicos, triplicándose hasta los 1.500 euros por no identificar al conductor. Asimismo, según también ha podido saber el BNG, "se está tramitando un expediente por daños patrimoniales debido a los destrozos causados en el mobiliario urbano".
Los nacionalistas insisten en el cese de Lorenzo, ya que "los hechos nos parecen de extrema gravedad a la vista de lo relatado en el informe". Por ello, desde el BNG se preguntan: "¿Qué razones de peso puede tener Jácome para no cesarlo?".
Seara advierte, en todo caso, que a estas alturas, y visto que no ha habido ni cese ni dimisión, "los únicos que pueden poner fin a esta situación, que no deja de ser una muestra más de cómo actúa el actual Gobierno de DO, son aquellos que, por acción u omisión, permiten que personas, entre las que destaca el Alcalde, con comportamientos antiéticos e impropios de quienes ostentan una representación pública, continúen al frente de esta institución”.