El BNG reclamará en el Parlamento la crecación de unidades de reproducción asistida en los hospitales de Lugo e Ourense
El BNG reclamará en el Parlamento la creación de unidades de reproducción asistida en los hospitales de Lugo y Ourense para poner fin a la “discriminación” que sufren las mujeres del interior del país, quienes se ven obligadas a desplazarse hasta Vigo, Santiago o A Coruña para recibir tratamientos de fertilidad, ya sea mediante inseminación artificial o fecundación in vitro.
“Flexibilizar las restricciones para los tratamientos de fertilidad es un paso importante, pero también es prioritario acabar con el profundo desequilibrio territorial que sufren las mujeres de Lugo y Ourense”, considera la portavoz nacionalista de Sanidad Hospitalaria, Iria Carreira, denunciando el coste añadido que implica para las mujeres del interior del país decidir someterse a técnicas de reproducción para ser madres.
Como ejemplo, explica que una mujer de A Fonsagrada tiene que hacer un viaje de casi dos horas para ser tratada en la unidad de A Coruña, cuando podría reducir a la mitad el tiempo de desplazamiento si pudiera ser atendida en el Hospital Lucus Augusti de Lugo (HULA), incluyendo las revisiones, pruebas y procedimientos necesarios.
Iria Carreira defenderá en el próximo pleno una iniciativa en la que, además de solicitar unidades de reproducción asistida en el CHUO y el HULA, reclamará la dotación de más medios en las tres unidades existentes en la actualidad con el objetivo de reducir las listas de espera, que en el caso de los tratamientos de inseminación pueden superar el año. Se trata, señala la diputada, de evitar que, a pesar de la ampliación del límite de edad máxima, se den casos de mujeres que acaban siendo excluidas debido a los tiempos de espera.
“El Sergas ya anunció que va a aumentar hasta los 45 años la edad para poder acceder a estas técnicas y que va a eliminar el límite de tener un hijo o una hija para acceder a estas terapias”, explica Carreira, quien considera que para avanzar realmente en el acceso de las mujeres que quieren ser madres a este tipo de tratamientos, es necesario también agilizar los trámites, reduciendo las esperas. “Hay mujeres que con 38 o 39 años ya no son derivadas porque, con la lista de espera que hay, ya se da por hecho que no van a llegar a recibir el tratamiento antes de los 40, que es el límite de edad actualmente”, asegura Carreira.