El Club Bamio, en el centro de la trama de hidrocarburos, pudo haber sido adquirido en 2020 por el Ayuntamiento de Ourense
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Tras las últimas informaciones conocidas sobre el Club Bamio y su implicación en la trama de hidrocarburos, desde el grupo municipal socialista recuerdan que ya en el año 2018 Democracia Ourensana llevó al pleno una moción para proponer la adquisición del complejo deportivo de Bamio por parte del Ayuntamiento. PP y PSOE se abstuvieron y OUeC votó en contra, por lo que la propuesta fue rechazada. El PP argumentó su postura en base a un informe que valoraba la compra y reconstrucción del complejo en 2,7 millones de euros y no lo consideraban prioritario para su equipo de gobierno en aquel momento, además de advertir ya entonces sobre el alto coste de mantenimiento que tendrían las instalaciones para las arcas municipales.
Dos años después, en junio de 2020, Jácome anunció públicamente que iniciaba los trámites para la compra del Bamio por parte del Ayuntamiento, con el objetivo de incorporarlo a la dotación de espacios deportivos de la ciudad. En aquel momento, en la Junta de Área de Urbanismo y en el Consejo Municipal de Deportes, los ediles del PSdeG solicitaron todos los informes técnicos y jurídicos sobre la adquisición de las instalaciones, además de los estudios de viabilidad económica para su compra y la estimación de los futuros costes de mantenimiento.
En este sentido, desde el grupo socialista recuerdan que el precio de venta de las instalaciones ascendía a 1,2 millones de euros y que las reparaciones necesarias para su puesta en marcha se estimaban en 2,8 millones, según reflejaba un informe técnico de 2018. Solo el coste de demolición del edificio sería de 1,4 millones de euros, según las estimaciones de los técnicos municipales.
Así las cosas, el desembolso total para las arcas municipales se situaba por encima de los 4 millones de euros, a lo que habría que añadir posteriormente el gasto de mantenimiento, lo que supondría una alta carga financiera para el Ayuntamiento de Ourense. A todo esto se sumaba el hecho de que la parcela en la que se encuentra el complejo deportivo todavía tendría que ser gestionada urbanísticamente para su futuro uso, de acuerdo con el plan urbanístico de 1986.
Ante el juicio que tendrá lugar en la Audiencia Provincial de Salamanca contra el empresario Félix Aparicio (relacionado con la red de Víctor Aldama) el próximo mes de junio, quien presuntamente utilizó las instalaciones para convertirse en testaferro de Aldama, los socialistas reiteran que el tiempo les ha dado la razón en su decisión de no apoyar la adquisición de esta propiedad. Aunque siempre han sido conscientes y han defendido la necesidad de nuevas dotaciones deportivas para la ciudad, ya en aquel entonces señalaban la falta de viabilidad económica y de garantías para el Ayuntamiento de Ourense. Además, advirtieron sobre los intereses oscuros que rodeaban una operación que Gonzalo Pérez Jácome calificaba como una “ganga” y que ahora se confirman con los acontecimientos actuales.