“El proyecto de la planta de Biometano en Xunqueira de Ambía se ha hecho a espaldas de los vecinos”

El proyecto para instalar una macroplanta de biometano promovida por Ence, a través de la subempresa Biofertilizantes Xunqueira, ha provocado una notable oposición en Xunqueira de Ambía, así como en otras localidades limítrofes como A Limia y Sandiás.
Sonia Vidal, diputada del BNG en el Parlamento Gallego y portavoz del BNG en Xunqueira de Ambía, localidad en la que reside, lleva semanas denunciando las consecuencias que tendrá este proyecto en la vida de los vecinos tal y como está planteado ahora mismo.
El proyecto, recuerda, no es nuevo, sino que lleva años gestándose, pero no se hizo público hasta 2023. “Entendemos que ya estaba en marcha desde antes. En febrero de ese año se encendieron las alarmas porque tuvimos acceso a un informe favorable elaborado por la arquitecta de Xunqueira”, explica Vidal, que critica que se intentase hacer “a espaldas de los vecinos”.
Sin embargo, durante años no hubo “avances visibles”, por lo que los vecinos pensaron que el tema “estaba muerto”, comenta. Ahora, después de todo este tiempo “creemos que simplemente estuvo dormido”, dice Vidal.
La localización de esta planta no es casual, ya que por esa zona pasa un gaseoducto, pero para el BNG y para muchos de los vecinos, las alarmas saltan por el hecho de que el terreno donde se quiere hacer está en un monte comunal muy próximo a las casas y, además, sería una zona que se inunda todos los años.
La portavoz nacionalista explica que la mayor preocupación por parte de los vecinos es la proximidad de la planta a las casas y advierte que la propia Ence, a través de Biofertilizantes Xunqueira, indica en el proyecto que la ubicación está elegida porque no hay movilización vecinal en esa zona. Algo que dice, “nos parece muy raro”, y explica que esto se debe fundamentalmente a la falta de información que había sobre el proyecto. “No había movilización porque nadie sabía nada del proyecto. Nosotros estábamos enfocados en otras zonas donde sí sabíamos que había empresas interesadas, y Ence sacó el proyecto por detrás mientras nosotros mirábamos hacia otros lugares”.
Así, afe a la empresa intentar construir esta planta sin informar a los vecinos. “Hubo una empresa hace unos años que por lo menos hizo una reunión para informar y presentar un proyecto. Pero Ence no, lo hizo a espaldas de los vecinos, sin dar ningún tipo de información. No hablan de los problemas. Dicen que los vecinos no muestran oposición, pero es que sólo se refieren a los propietarios de los terrenos, que quizás ni viven cerca, pero hay muchos otros vecinos que sí van a sufrir las consecuencias y hasta ahora no han tenido oportunidad de expresar su opinión porque no sabían nada”. Vidal recuerda que fue el BNG, después de salir a la luz que el proyecto seguía en marcha, quien convocó a los vecinos en un encuentro para abordar las consecuencias con un técnico especializado.
Además, respecto a la postura del Concello de Xunqueira, que en un primer momento se mostró favorable al proyecto, explica que “al principio dijo que la gente estaba a favor y que no podía oponerse porque los terrenos eran privados, pero luego vio que esto afecta no sólo a los propietarios sino también a las casas de alrededor, e incluso a otros concellos como el de Sandiás”.
Por otro lado, recuerda que la postura tanto del BNG como de la vecindad, así como de concellos próximos que se verían afectados, no es estar en contra del proyecto en sí, sino de la forma en que se va a llevar a cabo, e insiste en que lo que se pide son garantías. “Puede ser que el proyecto ayude a reducir los nitratos en A Limia, pero plantar una macroplanta de estas dimensiones al lado de las viviendas no tiene sentido. Lo que pedimos es que se busque una ubicación más alejada de las casas. Hay terreno disponible, no entendemos por qué quieren hacerla justo ahí”.
Uno de los puntos que más preocupa a la población, explica Vidal, son los olores. “Si te dicen que la planta será totalmente hermética y que no emitirá olores, puede que te lo creas, pero el informe demuestra que se superan ciertos límites. Nosotros entendemos de olores porque somos una zona agroganadera: nadie puede decir que cuando pasa un camión con purín al lado de tu casa no va a oler, y más si van a pasar 50 camiones diarios. Los purines y la gallinaza tienen que venir de algún sitio”.
También pone en cuestión la viabilidad de los accesos, pues “dicen que pasarán por las pistas de la parcelaria, pero esas pistas no están asfaltadas. Además, esto dificultará el acceso a las fincas para quienes quieran entrar”.
Además, sobre la regulación y gestión del proyecto, la portavoz alerta de la falta de normativa clara, sobre todo en relación al uso del digestato, un residuo que contiene nitratos y que, según comenta, “en Cataluña tienen este problema y no saben qué hacer con él, ahora tienen muchos más problemas con los nitratos”. Respecto a la falta de regulación de estas plantas también critica que “el PRIGA no controla las distancias. Lo usan como un escudo político, pero no establece distancias mínimas obligatorias respecto a las casas. Indican 100 metros, pero eso es orientativo y no obligatorio, y 100 metros no es suficiente para evitar los olores”. Por eso, considera “no hay un marco regulador suficiente para garantizar la salud y calidad de vida de las personas que vivimos cerca. Por eso estamos muy preocupados”.
Por otra parte, recuerda que “cuando el proyecto se publicó en el DOGA, no estuvo accesible durante una semana. Perdimos ese plazo para presentar alegaciones y nunca se recuperó”. Una situación que se recrudeció la pasada semana cuando la Consellería de Medio Rural informó que tendría que abrir un nuevo plazo de alegaciones “por un error”, lo que deja en suspenso las cerca de 2.000 alegaciones presentadas hace poco más de una semana, que fueron recogidas entre los vecinos afectados, tanto de Xunqueira como de concellos próximos, como Sandiás y la zona de A Limia. En este sentido, acusa a la Xunta de falta de transparencia, ya que no queda claro ni cuándo se abrirá ese plazo ni si se tendrán en cuenta las alegaciones registradas.
En relación a la oposición ciudadana, Vidal remarca que “por ahora no tenemos constancia de que vayan a modificar el proyecto para solucionar los problemas que mencionamos, ni sabemos nada del tema de las alegaciones. Es preocupante porque miles de personas afectadas firmaron”.
“El proyecto tal como está presentado tiene una oposición clarísima por parte de la vecindad porque no garantiza que sigamos viviendo aquí como hasta ahora. La devaluación de las viviendas y terrenos alrededor será abismal”. Se refiere, fundamentalmente, al tema de los olores por la proximidad de la planta a las viviendas y por el paso de 50 camiones por las pistas de la parcelaria. “Es imposible que no huela, no nos pueden engañar con eso”, afirma. Además, alerta que entre esos residuos, además de purín y gallinaza, también se contemplan otros residuos como restos de matadero. “No nos pueden decir a nosotros, que la mayoría somos ganaderos, que ese tipo de residuos no van a oler. Pueden decir que van a aislar la planta, pero no pueden asegurar que los camiones no van a oler. Pero el olor no afecta sólo a las casas próximas, llega a otros concellos… son muchas las personas que se van a ver afectadas”.
“Lo que pedimos son garantías, que se revise el proyecto. Hoy puede parecer un caramelo muy apetecible, pero quizá no sea la solución”. En este sentido, reclama la activación de la Mesa de A Limia, recordando que “cuando se hizo el plan estratégico de A Limia, salieron muchísimas soluciones para el problema de los nitratos. Yo formé parte de la elaboración de ese plan. Estamos en 2025 y no sabemos ni siquiera si ese plan existe. Siguen diciendo que está en marcha, pero la realidad es que no. Ese plan no estaba pensado sólo para riego y limpieza de canales, sino también para reducir nitratos, y en la mesa se pusieron muchas cosas encima de la mesa que no están teniendo en cuenta. No se ha vuelto a convocar una reunión de la Mesa de A Limia. Al menos, cuando se plantean estos proyectos, deberían convocar a la Mesa para buscar alternativas y soluciones”.
El conflicto sigue abierto a la espera del informe ambiental sobre el proyecto y, hasta la fecha, explica Vidal, “no tenemos constancia de que vayan a modificar el proyecto para solucionar los problemas que mencionamos, ni sabemos nada del tema de las alegaciones. Es preocupante porque miles de personas afectadas firmaron”.
“Hay una gran alarma social al respecto, no sólo en Xunqueira, también en Sandiás y A Limia. Pedimos transparencia y garantías, no es que nos opongamos a todo. La preocupación por parte de los vecinos afectados es muy grande. Cuando la Xunta habla de garantías se refiere a garantías para Ence, no para la comunidad. Ahora mismo, el proyecto tiene una oposición clarísima por parte de los vecinos, y eso quedó reflejado en las alegaciones, es algo que no nos pueden negar”.