El PSdeG insta a la Diputación de Ourense a reactivar el Comité Ético tras más de una década sin funcionar

OurenseXa
Para Álvaro Vila, “no se trata solo de cumplir con una obligación legal, sino también de recuperar un símbolo de confianza, de rigor y de compromiso con el bien común”
psdeg-ourense
Grupo Provincial Socialista de Ourense
27 May 2025

El Grupo Provincial Socialista ha presentado una iniciativa para que la Diputación de Ourense impulse el “nombramiento urgente” de un nuevo Comité Ético. Para Álvaro Vila, secretario provincial del PSdeG-PSOE, “no se trata solo de cumplir con una obligación legal, sino también de recuperar un símbolo de confianza, de rigor y de compromiso con el bien común”.

Según Vila, “el Comité se configura como un órgano esencial para garantizar la transparencia, la buena gobernanza y la credibilidad institucional”. Además, insistió en que “hoy más que nunca, necesitamos espacios neutrales, independientes y adecuados para resolver conflictos complejos, proteger a los denunciantes y garantizar una fiscalización interna continua. Sin esto, el riesgo de deterioro de la confianza ciudadana se eleva exponencialmente”.

La moción será debatida en el próximo pleno ordinario de la corporación provincial del 30 de mayo y aspira a poner fin a casi diez años de paralización de este mecanismo de control, clave para mediar en conflictos laborales sensibles, supervisar la conducta de los representantes públicos y velar por el rigor en la gestión pública. “Reactivar el Comité Ético no es solo un acto de responsabilidad política, sino un compromiso con el futuro de Ourense, con su gente y con su dignidad democrática”, afirmó Vila.

MEDIDAS CONCRETAS

La iniciativa incluye propuestas concretas orientadas a asegurar que la reactivación sea efectiva y no quede en simples promesas. Solicita el nombramiento inmediato del nuevo comité para restablecer los mecanismos de control ético dentro de la institución. Para ello, propone desarrollar un proceso público, transparente y participativo de selección de los miembros, basado en mérito, experiencia, independencia y compromiso con el interés público, evitando cualquier vínculo directo o indirecto con los grupos políticos en el gobierno.

Además, pide revisar y actualizar los estatutos y el marco legal interno del Comité Ético para garantizar su autonomía funcional y la separación efectiva respecto al poder político, así como establecer un sistema de rotación y renovación progresiva de los miembros para evitar la perpetuación en el cargo y asegurar la continuidad del órgano incluso ante futuras vacantes o dimisiones.

Otra de las medidas consiste en dotar al nuevo Comité Ético de recursos humanos y técnicos adecuados, así como de apoyo jurídico y administrativo, para que pueda desarrollar su labor con eficacia y con las máximas garantías de objetividad y transparencia. Finalmente, la sexta propuesta compromete a la Diputación a la publicación anual de un informe de actividades, decisiones y recomendaciones del Comité Ético, como ejercicio de rendición de cuentas ante toda la ciudadanía ourensana.

MÁS DE UNA DÉCADA SIN FUNCIONAR

Este órgano, creado en junio de 2015 bajo la presidencia de Xosé Manuel Baltar, nació con grandes expectativas, presentándose como uno de los pilares de una pretendida política de transparencia de la institución. No obstante, su trayectoria quedó truncada cuando sus miembros dimitieron en masa al inicio del debate sobre una denuncia presentada por los socialistas por presuntas prácticas de acoso sexual relacionadas con ofertas de empleo.

Esa crisis puso al descubierto fragilidades estructurales, la falta de independencia y la vulnerabilidad del comité ante cuestiones políticamente sensibles. Desde entonces, y a pesar de sucesivas promesas y anuncios, la instancia ética no solo no se recompuso, sino que permaneció inactiva, dejando un grave vacío institucional en un ámbito fundamental para la credibilidad de la vida pública provincial.

“Mientras tanto, la sociedad ha cambiado. La ciudadanía demanda más participación, mayor conciencia sobre derechos laborales, igualdad real y no discriminación, y mayores exigencias en cuanto a transparencia y responsabilidad en los cargos de poder. En este contexto, resulta inadmisible que un instrumento tan importante como el Comité Ético siga sin recomponerse”, concluyó Vila.

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