El PSdeG presenta enmiendas al proyecto de Zona de Bajas Emisiones de Ourense

El grupo municipal socialista acaba de registrar una batería de enmiendas al proyecto para la implementación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) Ourense Centro. “Partimos de un hecho: la ZBE no es una opción, es una obligación legal. Pero la forma en que se aplique puede marcar la diferencia entre una ciudad más amable, más limpia y mejor conectada, o una ciudad de prohibiciones mal explicadas, improvisaciones y falta de alternativas”, comienza exponiendo la concejala del PSdeG en el Ayuntamiento, Alba Iglesias.
Los socialistas destacan que Ourense, a pesar de tener unos niveles aceptables de calidad del aire, es una ciudad con un uso intensivo del coche privado. Y que esta característica no se debe a que la gente quiera que sea así, sino a que muchas veces es la única opción que tienen “por culpa de un transporte público deficiente y mal conectado”. “Por eso, limitar no es suficiente: hay que ofrecer alternativas, hay que planificar y hay que anticiparse”, insiste la concejala.
En este sentido, advierten que el grupo municipal socialista no se opone a la Zona de Bajas Emisiones, pero tampoco consideran adecuado permitir que se implante “con prisas, sin alternativas y sin diálogo”. Y destacan, sobre todo, que la eliminación de la ORA llega sin una alternativa que facilite la transición hacia un cambio de modelo que debería estar sujeto a condiciones determinadas. Consideran fundamental que la revisión de la ORA quede supeditada a la aprobación previa por el Pleno de una nueva planificación de estacionamiento, basada en el PMUS de 2019 y actualizada.
Además, solicitan una nueva redacción de la disposición derogatoria para que no se pueda eliminar la ORA sin una delimitación y puesta en marcha de zonas disuasorias, medidas que garanticen la rotación comercial, un informe económico-financiero de su impacto y un cronograma de ejecución y evaluación. “El grupo municipal del PSdeG no se opone a revisar o transformar este servicio, pero sí a hacerlo sin plan, sin informes y sin consenso. Exigimos un marco técnico, económico y normativo sólido, que garantice una movilidad sostenible, equilibrada y útil para toda la ciudad”, aclara la edil.
Reivindican, asimismo, un Urbanismo que transforme, que cuide y que planifique, frente al que viene realizando el ejecutivo de Gonzalo Pérez Jácome en los últimos años. “Esta ordenanza trata de cómo nos vamos a mover en los próximos años, y nosotros queremos que Ourense avance, no que camine hacia el caos”, critica la socialista. Defienden, en esta línea, que la ciudad merece un modelo serio y moderno, con más transporte público, más zonas verdes, más carriles bici y más espacio para las personas. “No queremos menos coches por prohibición, sino por convicción”, concluye Iglesias.
Por otra parte, también introdujeron enmiendas a los artículos que abordan la implantación de la ZBE para que se realice por fases, con un calendario claro que contemple periodos de adaptación y campañas informativas, de modo que no se sancione a las personas sin explicar primero los cambios. Además, reclaman que la información se traslade de forma clara y accesible en gallego, castellano e inglés, con pictogramas y campañas públicas.
También proponen, por ejemplo, que se contemple la posibilidad de establecer Zonas de Especial Sensibilidad (ZES) dentro de la ZBE, con el fin de proteger la salud de los sectores de población más vulnerables como niños y niñas (entornos escolares), personas mayores (residencias de la tercera edad) o centros sanitarios. Así como que se elabore un registro público de vehículos autorizados, para garantizar total transparencia sobre quién puede circular y por qué.