El PSOE reclama medidas ante la inminente entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones en la ciudad de Ourense
El Grupo Municipal Socialista de Ourense presentó una batería de propuestas para tratar de corregir la implantación “inminente” de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), prevista para el próximo 26 de diciembre, y evitar que lo que debería ser una “oportunidad” acabe convirtiéndose en un problema para la ciudad.
Las y los socialistas consideran que el proceso se está llevando a cabo desde la “desinformación, la improvisación y la falta de diálogo”, una situación que, a su juicio, puede provocar confusión entre la ciudadanía, sanciones innecesarias y un “caos circulatorio” evitable con una mayor planificación por parte del Gobierno municipal.
Entre las medidas planteadas, el PSOE reclama la creación de un Plan Extraordinario de Aparcamiento y solicita que se aplace la supresión del servicio de la ORA hasta contar con “alternativas operativas”. En este sentido, califican de “irresponsabilidad” que la eliminación del servicio deje en un “limbo” laboral a los 13 trabajadores y trabajadoras afectados, sin una solución definida.
El plan propuesto incluiría la creación de aparcamientos disuasorios modulares y temporales, la implantación de sistemas inteligentes de estacionamiento para residentes, la creación de microhubs urbanos de distribución y la reactivación de la Comisión Técnica de Seguimiento del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS).
La portavoz del Grupo Municipal Socialista, Natalia González, subrayó que la ZBE debería servir para avanzar hacia una movilidad más sostenible, pero advirtió de que se está implantando en un contexto de deterioro del transporte urbano, con un servicio público “deficiente y mal conectado”. Asimismo, alertó de la “inexistencia” de una campaña informativa clara y concisa.
Desde el PSOE recuerdan que ya en el mes de julio presentaron enmiendas a la ordenanza de la ZBE para corregir estas carencias, propuestas que fueron rechazadas. Por ello, señalan al alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, como el único responsable de las consecuencias que pueda tener la implantación del nuevo modelo de movilidad.