El secreto de la eterna juventud, ¿cada vez más cerca?

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El proyecto RENACE busca los biomarcadores asociados al envejecimiento saludable en las personas centenarias para avanzar en la mejora de la calidad de vida en las etapas más avanzadas de la existencia, especialmente superados los ochenta años
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15 Aug 2025

Conseguir la inmortalidad fue siempre un tema recurrente en películas y libros, como un elemento de ficción del más deseable, aunque el hecho de vivir para siempre jamás no sea del gusto de todos. Pero lo que sí se considera mucho más deseable es la prolongación de la vida, aunque no a cualquier precio; es importante que esta sea de calidad.

En los últimos años, lo que parecía un mito está convirtiéndose ya en algo muy real. El secreto de la juventud ya no es tan secreto y está guardado por nuestros centenarios, aquellos amigos, vecinos y familiares que, contra todo pronóstico, superaron los cien años de vida.

Nuestros libros de historia lo demuestran y los datos estadísticos lo corroboran: la esperanza de vida de hombres y mujeres aumenta, y hazlo de forma progresiva e imparable. Son los centenarios los que confirman este dato, aquellos que nos muestran que vivir por arriba de los cien años está cada vez más cerca. Y son también ellos los que guardan en su interior el secreto para llegar tan lejos.

Para encontrar ese secreto, se puso en marcha el proyecto RENACE, que tiene como objetivo final estudiar esta longevidad nos nuestros centenarios y poder extraer conclusiones que podamos aplicar en la vida diaria para seguir su ejemplo de cumplir años.

Este proyecto RENACE (Registro Nacional de Centenarios de España) está a cargo de los doctores Pilar Rodríguez Contento, Cristina Santomé Sánchez y Lorenzo Armenteros del Olmo, desde Lugo y para el resto del territorio nacional. Este proyecto tuvo un pilotaje hace diez años, cuando se estudió a un grupo de 70 centenarios. Ahora la meta es más amplia, se quiere aumentar la información “en la busca de biomarcadores asociados al envejecimiento activo, ya que seguramente los centenarios de ahora no son exactamente los mismos que los de hace diez años”, explica el doctor Armenteros. Este estudio no solo quiere “conocer”, también quiere poder asociar el envejecimiento saludable a dar calidad de vida a esos años.

Este estudio, que está promovido por la Sociedad Española de Médicos Generales y que está en su fase inicial, ya consiguió un respaldo importante al recibir uno de los primeros Premios de Investigación en Salud Transfronteriza Galicia-Norte de Portugal.

Que lo hace diferente esta vez? Algo tan complejo como que en el estudio participan especialistas en enfermería, internistas, xeriatras y pacientes de forma conjunta, aplicando biomarcadores asociados al envejecimiento saludable, que se unirán a los datos clínicos, epidemiológicos y sociosanitarios. El proyecto, de hecho, está trabajando ahora mismo en crear esa red de investigadores por toda España.

VIVIR 150 AÑOS

El doctor Armenteros avanza que el aumento de la esperanza de vida es tan rápido que se estima que se podría llegar a vivir una media de entre 125 y 150 años en el próximo siglo. De hecho, la OMS estima que los centenarios se van a multiplicar por 12 en 50 años, o por 15 en Europa, especialmente en Galicia, donde el porcentaje de personas longevas es muy elevada.

Pero como explica el doctor Armenteros, si la naturaleza sigue su curso, “serán muy pocos los escogidos que lleguen a esta edad con una calidad lo suficientemente buena para disfrutar dieras años que están viviendo de más”.

Para poder mejorar eso, tienen claro que hay que comenzar desde ahora a educar en hábitos saludables, porque ese es el gran secreto “para que nuestra vida, si es más larga, sea mejor”. En este punto destaca que los enfermos de Alzheimer viven mucho, aunque se desconoce la razón, pero su calidad no es buena al estar desconectados del mundo. “El que tenemos que hacer desde el sistema sanitario y sociosanitario es dar calidad de vida a esos años”, añade el doctor. Y ejemplifica con la osteoporosis, una enfermedad que aparece en la vejez, pero que está condicionada por los hábitos de los primeros 20 años de vida.

El gran problema es que se sabe que nuestra vida actual no va a ayudar a darnos esa calidad: el estrés, las comidas poco controladas y el sedentarismo son contrarios a un futuro saludable, por eso la apuesta sigue a ser educar a los chicos “ya que en los adultos la experiencia nos dicen que es un fracaso”.

LOS TRES PILARES

Como explica Armenteros, el secreto para una vida larga y de calidad está en el cuidado de tres pilares fundamentales: el sueño, la actividad física y la alimentación. “Hay estudios previos que nos dicen que el verdadero secreto es la vida saludable, ni la medicación, ni la protección cardíaca”, recalca Armenteros.

El sueño, la actividad física y la alimentación son los tres pilares básicos en los que se debe educar para alcanzar, en un futuro próximo, una esperanza de vida de hasta 150 años

Con este nuevo estudio se busca también estudiar a los nuevos centenarios, que tuvieron experiencias vitales muy diferentes de aquellos que tenían esta edad hace diez años. Es decir, estudiar su pasado y su tipo de vida. En los primeros indicios, el volumen de centenarios es mayor en las grandes ciudades, pero observaron que la mayor parte de ellos eran personas que venían del ámbito rural y migraron al urbano, con una vida activa, tanto física como intelectual, y una alimentación natural.

Junto a esto, también se estudiará se existe un condicionante genético para esta longevidad, pero segundo las primeras aproximaciones, sí tendría peso, pero solo en un 15 %, “pero es el entorno lo que tiene realmente peso”, añade.

DE CARA A El FUTURO

Además de la educación desde la infancia en hábitos saludables, las conclusiones médicas dicen que hay que cambiar la atención sanitaria y también la sociosanitaria para las personas mayores. La apuesta está por centros de cuidado que les permitan seguir llevando la vida que tenían y mantener la independencia, en la búsqueda de la felicidad, otro eje muy importante para dar calidad de vida.

“Sabemos ya como se envejece, a nivel bioquímico, por lo tanto, podemos lograr, no la inmortalidad, pero sí tener un mayor control”, avanza Armenteros.

Para apostar por el futuro, la idea es conocer el presente y el pasado. No estudio realizado en 2011 ya se obtuvieron resultados importantes sobre estas personas longevas. Entre las coincidencias positivas encontradas estaba la inexistencia de alteraciones metabólicas, como la diabetes, o la falta de tumores, “lo que nos lleva a pensar en que tenían una buena defensa inmunológica”. Pero también es cierto que todos coincidían en tener artrosis y hipertensión

El CASO GALLEGO

Galicia es uno de los lugares de Europa donde existe un volumen más elevado de centenarios, estimándose que rondan los 2.000. De hecho, está cerca de conseguir la certificación para sumarse a las cinco zonas azules de longevidad excepcional del mundo.

Este listado está encabezado por Okinawa (Japón) y Cerdeña (Italia), pero Galicia ya alcanza una tasa de 75 centenarios por cada 100.000 habitantes, y dentro de Galicia, la provincia de Ourense lidera la estadística. Además, los índices de enfermedades coronarias, de cáncer y de demencia senil en estos lugares son sensiblemente inferiores a los del resto del mundo.

El reconocimiento a nuestros longevos es habitual en algunos ayuntamientos gallegos, que no pasan por alto sus aniversarios, haciéndoles un regalo. En la provincia de Lugo es muy habitual hacer esta acción y debido al aumento de los mismos. Es una acción con la que se quiere dejar claro un respeto, pero también algo de nuestro deseo de llegar hasta tan avanzada edad, pero de hacerlo, hacerlo bien!


¿DÓNDE ESTÁN LOS CENTENARIOS?

Las zonas azules son áreas geográficas del mundo en las que la población cuenta con un elevado número de personas centenarias, un concepto acuñado por Dan Buettner.
La proporción de personas centenarias es un indicador que puede mostrar de una manera más clara esa variabilidad geográfica.

En España se identificaron 48 UT que parecen ser zonas azules, con poblaciones que superan las 7,5 personas centenarias por cada 10.000 habitantes en 2020.

El ayuntamiento asturiano de Llanes, con una población envejecida por la emigración, ostenta el récord de longevidad femenina entre los municipios más poblados de España, con 29 mujeres centenarias por cada 10.000.

El territorio con la mayor longevidad poblacional del Estado se encuentra en el cuadrante noroccidental peninsular. Una UT ubicada al noroeste, que incluye los ayuntamientos menos poblados y más rurales de las provincias de León, Asturias, Lugo y Ourense. En conjunto suma más de 60.000 habitantes y cuenta con 12,5 personas centenarias por cada 10.000. Lalín (Pontevedra) y Monforte de Lemos (Lugo), con alrededor de 20.000 y 19.000 habitantes, tienen 12,9 y 11,4 personas centenarias respectivamente. Incluso Ourense, con más de 100.000 habitantes y 7,9 centenarios por cada 10.000, destaca como la cuarta capital provincial con mayor longevidad. Llanes presenta una de las proporciones más altas de España, con 16,3 centenarios por cada 10.000.

Galicia supera los dos mil centenarios y podría pasar a formar parte de la red de zonas azules de longevidad excepcional que existen en el mundo

También destacan por su elevada longevidad poblacional el oeste de Galicia, tres UT formadas por los municipios más rurales de Castilla y León –excluyendo León– y zonas menos pobladas de Huesca, con entre 9 y 10 centenarios por cada 10.000 habitantes. Es también el caso de Ciudad Rodrigo, con 10 centenarios por cada 10.000 habitantes. Otras áreas más rurales de Cantabria, Extremadura, Castilla-La Mancha (excepto Toledo), Zaragoza, Teruel y Lleida presentan proporciones entre 5 y 7.

La mitad de las 691 UT presenta una longevidad poblacional baja (menos de 2,5 centenarios por cada 10.000 habitantes), afectando el 86 % de las UT en el caso de los hombres y solo el 27 % en el de las mujeres.

El sur y sureste de España constituyen el extremo contrario, con proporciones muy bajas, inferiores a 5 centenarios por cada 10.000 habitantes, menos de la mitad de la inscrita en el noroeste. Esto acontece en todos los municipios andaluces y en las provincias de la costa mediterránea, Baleares, centro peninsular, País Vasco, Navarra y Canarias, así como en otros municipios poblados. En muchas de estas áreas a proporción no supera los 2,5 por cada 10.000.

Sin embargo, existen “islas de longevidad” en el sur. Baena (Córdoba) y Baza (Granada), con alrededor de 20.000 habitantes,

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