Fina Calleja: "Entendemos el teatro como un espacio comunitario pero también reivindicativo"
Ourense acoge, hasta el próximo domingo, 27 de octubre, la decimoséptima edición del Festival Internacional de Teatro de Ourense. Por tercer año, el festival está dirigido por la actriz y directora, Fina Calleja, miembro de la reconocida compañía ourensana, Sarabela Teatro, y profesora en el Aula de Teatro Universitaria de Ourense, que nos explica las características de esta nueva edición.
¿Cómo ha sido esta etapa al frente del festival?
Bueno, FITO es uno de los festivales más importantes de Galicia. De sus características, con este componente internacional solo hay cuatro en Galicia. Aunque tenga un compromiso muy grande con la provincia y con la ciudad de Ourense, va más allá. Al final lo hacemos en conjunto, yo soy integrante de Sarabela Teatro, que gestó este festival. Primero fue dirigido por Ánxeles Cuña, después por Sabela Gago y ahora en la actualidad por mí. Ha sido un trabajo de todos nosotros, Sarabela ha estado siempre implicada en el FITO, en una tarea u otra.
¿Y cómo está siendo la acogida de esta edición por el momento?
Por el momento, los espectáculos que llevamos los vivimos con mucha ilusión. El jueves, por ejemplo, fue el estreno de Nuria Sotelo y fue fantástico. El primer día estuvo ‘Vía Morta’ y el viernes actuó Mercedes Peón con su propuesta ‘Osmose’... Y nosotros, como siempre, con toda la ilusión y sabiendo que para muchos espectadores es un momento importante en el calendario del año.
¿Qué aporta es festival?
La particularidad que tiene el FITO es que trae a la ciudad propuestas escénicas que de otra manera no estarían, porque van más allá de la programación habitual, con piezas que no suelen estar dentro de las programaciones regulares de los teatros. Por ejemplo, el teatro documental, los solos de danza que siempre son complicados, piezas que conjugan lo híbrido con las artes vivas... Y después, nombres propios dentro de la escena de teatro contemporáneo en el estado, pero a los que por las limitaciones de las programaciones es difícil ver. Es el caso, por ejemplo, de Andrea Jiménez o de Victoria Szpunzberg, que son dramaturgas y directoras con una trayectoria y un prestigio a nivel nacional e internacional, pero que es difícil encontrarlas en una programación en Galicia.
FITO tiene, además, un carácter reivindicativo.
Tanto el festival como nosotros, como Sarabela Taeatro, una de las pautas que tenemos y que guían nuestras decisiones es precisamente el que entendemos el teatro como un espacio comunitario, de disfrute, pero que al mismo tiempo no puede estar a espaldas de lo que sucede en el mundo. No somos islas, sino que hay una parte de compromiso con la sociedad, una parte que es muy importante. Por eso tenemos tanto ‘Vía Morta’, que tiene un compromiso social clarísimo, como ‘Quiero colapsar a tu lado’, que tiene un compromiso ecológico, como propuestas que plantean la diversidad, la necesidad de vivir en tolerancia, respetando al otro... Que es el caso, por ejemplo, de las piezas seleccionadas en ‘67 graos’. Este componente de reivindicación convive con la calidad de las propuestas artísticas. Quiero decir, el hecho de estar comprometido o tener un componente reivindicativo es un añadido, pero la decisión primigenia nace de la calidad de las propuestas.
Por ejemplo, Argentina va a abrir el debate sobre la educación y de dónde viene esta cultura de la violencia que nos rodea. Las propuestas son muy diversas, los temas son muy diversos.
Ourense es una ciudad con bastante tradición teatral, ¿crees que se da suficiente apoyo a este tipo de iniciativas?
De todos es sabido que los representantes políticos de este municipio han hecho de la burla contra la cultura y del menosprecio a la cultura una de sus banderas. Eso está ahí. No es ninguna novedad. FITO subsiste gracias al apoyo de la Diputación y otros aliados que, por ejemplo, en este caso es el Concello de Celanova y muchas otras personas que rodean al festival y que, de una manera altruista, voluntaria y apasionada, nos llevan sobre los hombros para que el festival, con cada vez menos presupuesto, pueda sobrevivir. Es triste, pero es cierto.
Este año, es la primera vez que FITO se hace en Celanova. Otros años, estuvo también en Barbadás. ¿Seguirá extendiéndose a otros ayuntamientos?
Nuestra voluntad está que así sea. Lo que pasa es que eso también conlleva unos gastos añadidos. Hay unas limitaciones para poder hacer eso, pero por supuesto que nos encantaría. Al tener el apoyo de la Diputación tiene muchísimo sentido que viaje por la provincia.