La Diputación dedica el '8M, mes a mes' de diciembre a las mujeres del sector agroganadero

OurenseXa
El homenaje se centra en la figura de Elvira Pérez Vilanova, natural de A Bola, como ejemplo de esfuerzo, constancia y vínculo con el territorio en un ámbito clave para el rural ourensano.
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8 Dec 2025

La Diputación de Ourense celebró este 8 de diciembre una nueva edición de la campaña '8M, mes a mes', que en esta ocasión rinde homenaje a las mujeres que trabajan en el sector agroganadero. Bajo el lema “Las pastoras de la igualdad”, la institución reconoce el trabajo de Elvira Pérez Vilanova, natural de A Bola, como ejemplo de esfuerzo, constancia y arraigo a un territorio donde su labor representa un ámbito fundamental para el rural ourensano.

Desde el Área de Igualdad subrayan que el objetivo de esta iniciativa es visibilizar el papel de las mujeres en un sector esencial y recordar la necesidad de reforzar el apoyo institucional a actividades que contribuyen al futuro, la sostenibilidad y la cohesión social en la provincia.

La diputada de Igualdad, Teresa Barge, incidió en la importancia de mantener “los rebaños en los montes, especialmente tras la ola de incendios vivida este último verano en la provincia”. En este sentido, destacó que el trabajo de las ganaderas “es un garante de alimento y vida en el rural, pero también contribuye a la prevención de los incendios”.

Barge reivindicó además que la labor de las mujeres ganaderas es “un acto de resistencia y de amor por la tierra”, y recordó que gracias a ellas “los montes siguen vivos, las aldeas mantienen su identidad y la provincia de Ourense conserva su fuerza”. Señaló también que cada una de estas profesionales representa “la lucha por la igualdad y por la dignidad de nuestro rural”.

La homenajeada, Elvira Pérez, lleva al frente de su explotación desde 1994, un proyecto que actualmente cuenta con 190 ovejas. Ella misma recuerda que los inicios “no fueron fáciles”, por la necesidad de invertir tiempo, recursos y dedicación en un sector que exige un gran sacrificio. También destacó la dureza del día a día: acudir al monte con los animales, madrugar para alimentarlos y asumir una rutina sin días libres, una realidad que, asegura, pocas veces recibe el reconocimiento que merece.

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