La Diputación dedica el ‘8M mes a mes’ de enero a las mujeres de migrantes

OurenseXa
El lema elegido este mes es “Pilares de la Igualdad”, para resaltar la fuerza, resiliencia y trabajo de las mujeres que sacaron adelante a sus familias mientras sus maridos estaban en la emigración
Julia Vázquez,
Julia Vázquez
8 Jan 2025

El Área de Igualdad de la Diputación continúa con su campaña “8M, mes a mes”, diseñada para dar visibilidad a mujeres con trayectorias destacadas en profesiones tradicionalmente masculinizadas, así como para resaltar la importancia del trabajo transversal de la mujer.

En enero, la Diputación dedica su atención a todas aquellas mujeres que, enfrentándose a roles de género tradicionales, asumieron profesiones masculinizadas para sacar adelante a sus familias mientras sus maridos emigraban por motivos laborales. Por ello, el lema escogido para este mes es “Pilares de la Igualdad”, destacando la fuerza, resiliencia y esfuerzo de estas mujeres, representadas en esta ocasión por Julia Vázquez Álvarez.

Julia Vázquez, residente en As Mamoelas (A Bola), ejemplifica el espíritu de estas mujeres. Se enfrentó a la ardua tarea de sacar adelante a su familia en ausencia de su marido en una época marcada por la discriminación hacia las mujeres. En 1971, con tan solo 28 años, su esposo David emigró a Suiza en busca de sustento para la familia. Mientras tanto, Julia quedó al cuidado de una tía, su suegro y dos hijos pequeños.

Además de cuidar de los niños y los mayores, Julia se encargaba de la explotación ganadera de vacas familiar y trabajaba en la huerta. Cuando su marido regresó, juntos construyeron una granja de conejos, donde colaboró toda la familia.

Impulsada por sus hermanos y su esposo, Julia fue la primera mujer de la zona en obtener el carné de conducir, así como en tener su propio coche, en julio de 1975. Mientras su marido no se atrevía a dar ese paso, ella decidió hacerlo, siendo la única mujer de su autoescuela y logrando el permiso en apenas un mes. Con el carné en mano, la familia aprovechó para rentabilizar el vehículo vendiendo manzanas en Xinzo de Limia.

El carácter solidario de Julia también la llevó a convertirse en un apoyo para su comunidad. Como una de las pocas personas con coche en la zona, no dudaba en recoger a quien encontrase caminando en su ruta y ofrecerle transporte desinteresadamente. Su dedicación al cuidado de los suyos también incluyó a sus nietos, quienes crecieron junto a ella y fueron testigos de su esfuerzo en el campo, la granja y al volante.

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