Las Jornadas de Folclore, lugar de encuentro e intercambio cultural pese a los incendios

La provincia de Ourense se despide este año de las Jornadas de Folclore de la forma menos deseada. La organización se vio obligada a cancelar los espectáculos previstos a causa de los incendios, por lo que no habrá ni el tradicional desfile y posterior actuación de los grupos participantes en Ourense, ni el acto de clausura en Ribadavia.
Ya desde el pasado viernes la organización había advertido de la cancelación de los espectáculos programados hasta este lunes y, días antes, se había visto obligada a suspender también las funciones en Manzaneda y Verín. Ahora, de manera definitiva, las jornadas quedan oficialmente canceladas.
“Es una pena que todo el esfuerzo no se pueda trasladar a los escenarios, pero la provincia está en la peor de las situaciones”, señala el director. “Lo que está ocurriendo en Ourense no se había visto nunca. Es un desastre ecológico”, añade, visiblemente afectado por una situación que está llevando a la provincia al límite.
Detrás de los escenarios trabajan más de 200 personas para que este evento, único en su categoría, pueda salir adelante. Ahora, ese esfuerzo queda de puertas hacia dentro, ya que —tal y como explica Fernández Serna— los grupos no han estado parados: disfrutaron de actividades, ensayos y talleres durante estos días.
“Entendieron la situación”, subraya el director. “Ellos querían actuar, pero comprendieron lo que estaba sucediendo y se solidarizaron. Fue algo totalmente imprevisto, pero logramos mantenerlos activos”.
La organización, con el apoyo imprescindible de la Diputación de Ourense, continúa ya trabajando de cara al próximo año. “Ya tenemos algunos grupos confirmados para el año que viene”, adelanta Fernández Serna. Además, expresa su deseo de que algunos de los participantes de esta corta pero intensa edición puedan regresar. De hecho, no era la primera vez que algunos de ellos visitaban la provincia de la mano de las Jornadas de Folclore, como es el caso de Chile, Irlanda del Norte o Filipinas.
Pese a todo, el director hace un balance positivo de las actuaciones que sí pudieron celebrarse, como las de Allariz, Beade, Maceda u O Barco, donde un numeroso público disfrutó de las exhibiciones de grupos como Huayra Muyoj (Argentina), el Ballet Municipal de Rancagua (Chile), Royal Tara Dance Academy (Irlanda del Norte), Folk Dance Ensemble Volynianka (Ucrania) o el National Honored Song and Dance Ensemble Georgian Folklore Tsumu (Georgia), junto con representantes de Filipinas.
A pesar de las dificultades, las Jornadas de Folclore volvieron a ser, un año más, un espacio de encuentro e intercambio cultural en el que artistas de todo el mundo convivieron descubriendo nuevas culturas y conociendo también nuestra provincia.
Este año fueron pocos los ayuntamientos que pudieron acoger los espectáculos, pero conviene recordar que las Jornadas de Folclore llevan más de 40 años ofreciendo a la gente de Ourense la posibilidad de conocer, a través de la música y la danza, culturas de países muy diversos. “Cualquier persona de la provincia, con un mínimo desplazamiento, puede ver gracias a estas jornadas unos espectáculos que sería imposible ver aquí, sobre todo en los municipios más pequeños”, destacan desde la organización.
Las jornadas volverán en 2026 “con la misma fuerza e ilusión que el primer día”. “Tenemos la obligación de defender la cultura y las lenguas. No podemos dejarlas morir: son una riqueza cultural y patrimonial inmensa”, insiste Julio Fernández Serna, quien quiso agradecer la enorme implicación de los grupos participantes, del público, de los ayuntamientos, de los voluntarios y del personal que cada año hace posible este evento, así como a la Diputación de Ourense, que lleva 43 años y 40 ediciones apoyando un encuentro único en Galicia y referente a nivel nacional.