Más de 150 personas participaron en la XXII edición de las Jornadas Intergeneracionales del campus de Ourense

El pasado jueves, el campus de Ourense acogió una nueva edición de las Jornadas Intergeneracionales, que ya suman veintidós convocatorias. A lo largo de la jornada, más de 150 personas con perfiles, edades y capacidades muy diversas compartieron espacios de encuentro y ocio a través de una amplia variedad de juegos y dinámicas colaborativas. La iniciativa, ya consolidada como una referencia en el ámbito educativo y social, fue impulsada por el alumnado del Grado en Educación Social de la Facultad de Educación y Trabajo Social, en colaboración con Ategal (Formación Permanente y Ocio para Personas Adultas), y contó con el respaldo de la facultad organizadora.
Esta edición fue fruto del trabajo desarrollado durante el curso por más de cincuenta estudiantes de primero y segundo curso del grado, dentro de la asignatura Educación Permanente, coordinada por el educador social Millán Brea. El docente destacó el esfuerzo y la implicación de su alumnado, y puso en valor la continuidad de una propuesta que lleva más de dos décadas generando espacios de aprendizaje compartido: “Nacemos fai 22 anos para xogar e iso séguese mantendo, coa dinámica inicial de que todas e todos estamos aquí para aprender, e no caso do alumnado, para medrar como futuros educadores e educadoras sociais que son”.
Desde el alumnado, las jornadas se vivieron como una oportunidad real para fomentar la interacción entre generaciones y promover la cohesión social a través del juego y la participación activa. Fueron los propios estudiantes quienes asumieron el liderazgo de la actividad, encargándose de su planificación y ejecución. Adrián Castro, estudiante de primer curso, compartió su visión de la experiencia destacando “a emoción de crear algo diferente das actividades que se fan habitualmente”, y subrayó la riqueza de la diversidad intergeneracional de las personas participantes. Según explicó, se trataba “de plantar esa semente da convivencia” teniendo en cuenta que “sempre se empeza desde nada para crear algo”.
En esta edición participaron también estudiantes de formación profesional del ámbito social, así como miembros de entidades como Down Ourense, Provivenda y ACCEM, esta última especializada en el acompañamiento a personas inmigrantes y refugiadas. La propuesta lúdico-formativa tuvo como objetivo combatir prejuicios y barreras sociales —especialmente las relacionadas con la edad— al tiempo que ofreció al alumnado una experiencia directa de aprendizaje vinculada a las competencias profesionales de su futuro laboral.
Las actividades comenzaron en la Praza Maior de Ourense, donde los primeros grupos se reunieron para participar en juegos iniciales y en la lectura del manifiesto que acompaña cada edición. A continuación, el programa continuó en el pabellón deportivo del campus, con diferentes dinámicas organizadas por el alumnado. Por la tarde, fueron las personas mayores de Ategal quienes tomaron el relevo, guiando juegos de mesa tradicionales aprendidos en las décadas de los 50, 60 y 70. La jornada concluyó con una merienda conjunta que puso fin a un día de convivencia, aprendizaje y alegría compartida.